El ABC de los iluminadores

El ilumniador es algo de lo que se habla mucho últimamente en maquillaje, como la clave para un rostro fresco y radiante. Pero, ¿sabéis qué es? Y, lo más importante, ¿cómo utilizarlo y cuál es el adecuado para ti?

El iluminador no es un corrector de ojeras ni de granitos, ni una base de maquillaje. Se trata de un producto que contiene particulas que atraen la luz, de manera que la piel se ve notablemente más luminosa y llena de vida.  Además, los iluminadores pueden tener distintos formatos, que cambian bastante sus efectos y por tanto los resultados. Son un aliado, pero si no los sabes utilizar correctamente pueden arruinar tu maquillaje.

1. El iluminador es ideal cuando tengamos el rostro apagado.

2. También sirve para combatir los signos del estrés y el cansancio, o a diario para dar un toque luminoso a tu rostro.

3. Aplícalo en el exterior del lagrimal y en cada sien.

4. También, en el arco de la ceja (utilizando el iluminador en esta zona conseguiremos ampliar la mirada e incluso provocar el efecto visual de levantamiento de párpado).

5. Además, úsalo en la zona más elevada de los pómulos, y es imprescindible un toque en la base de la nariz y en la barbilla.

6. Nariz aguileña: ni se te ocurra poner iluminador en la parte central de la nariz, no haría más que destacar aún más el puente, el iluminador acerca y destaca, con lo cual estaríamos incrementando el tamaño del puente de la nariz.

7. Si es un iluminador en polvo, utiliza un pincel para aplicar los toques. Además, si eres de las que no utilizan sombras de ojos, te servirá para iluminar ligeramente el párpado superior.

8. En caso de que sea un iluminador liquido, puedes extenderlo con pequeños toquecitos con la yema de los dedos.

9. Tanto uno como otro se puede utilizar por encima de la base de maquillaje.

10. En lápiz: son los mejores para resaltar la zona de los ojos.

11. En gel: puedes aplicarlo en cualquier zona del rostro pero mucho mejor si lo haces con un pincel o una pequeña brocha.

12. Si quieres quitar volumen a los pómulos, aplícalo desde la línea de los labios hasta el lóbulo de la oreja.

13. Para agrandar la mirada, difumínalo por el arco de la ceja.

14. Pieles grasas: algunos iluminadores, sobre todo los de textura más cremosa, pueden incrementar el efecto “grasiento” de estas pieles por lo que será mejor optar por un iluminador en polvo.

15. Cuidado con las cantidades: Hay que tener mano ligera con estos productos, sobre todo con los que tienen una alta concentración de pigmento reflejante. No nos pasemos con las cantidades.

16. Es muy importante utilizar un iluminador muy similar al tono de la piel para no obtener un resultado muy exagerado y llamativo, ya que lo que pretendemos es que quede natural. Para escogerlo, siempre debes aplicar el más parecido a tu tono natural, de otro modo el iluminador se verá recargado y más que entregar luminosidad terminará por acentuar las imperfecciones de tu rostro.

17. Si quieres probarlo por primera vez, te recomiendo adquirir uno blanco o transparente con brillos delicados, ya que para las primerizas es la mejor opción para comenzar a adaptarse. Aquellos iluminadores rosados son 100% recomendados para mujeres de tez blanca. También existen dorados más inclinados hacia la coloración oro, determinados para pieles morenas.

18. Por ningún motivo lo agregues sobre los defectos del rostro, como ojeras o arrugas muy avanzadas.